Se conocieron una tarde de otoño, él con su té rojo especial y ella con su café eterno. Se miraron y ahí comenzó todo. Se unieron dos almas en una vida, dividió dos vidas en un mundo y se encontró un mundo dentro de esas dos vidas. Se unieron para luchar contra el universo, contra el cosmos, contra ellos mismos... En una lucha incansable, invencible, increíble pero sobre todo interminable...Como su historia. Una aventura que comenzaron con un sí, un sí eterno.
Porque cuando luchas nada se acaba, nada termina, nada pasa y se olvida, nada deja de ser lo que fue.
Nunca hay de dejar de luchar... Y hay muchas formas de luchar. Nunca tirar la toalla... Jamás.
ResponderEliminarTiró la toalla y la cubrió el olvido
La última frase, deberíamos grabárnosla en un trozo de madera y colgarlo de algún lado.
ResponderEliminarsin comentarios bonita :)
ResponderEliminarAnónimo Naive.
la nada nunca termina como la fantasía, luchemos por lo que creamos por lo que creemos ;)
ResponderEliminartu blog es pura inspiración
ResponderEliminarJo... Gracias! Me están empezando a animar para actualizarlo. Lo tengo abandonado!
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