Algo sorprendente, inesperado, increíble. No podía entenderlo. Yo había dado lo mejor de mí y durante un tiempo eso había funcionado. Pero un día, alguien destrozó mi mundo perfecto e introdujo dolor sin estar preparado para afrontarlo.
Comencé sintiendo pena por la injusticia cometida, dando paso a un sentimiento que no conocía y que me pedía venganza. Por primera vez pude experimentar lo que era el odio.
Viví así durante mucho tiempo hasta que comprendí que esto no me llevaba a nada. No lograba mi objetivo, no me sentía mejor y no cambiaba nada de lo que había ocurrido. Todo seguía igual, salvo una cosa, mi dolor se hacía más fuerte. Me había quedado estancado y al no dejar pasar el daño cometido no avanzaba.
La injusticia existe y existirá hasta el fin de los tiempos. Pero cuando nuestro odio es demasiado vivo nos coloca por debajo de lo que odiamos.
el odio es algo muy humano y aunque intentemos reprimirlo va a acabar aflorando de vez en cuando...es lo que toca
ResponderEliminarme encantaaa tu blog! lo seguía incluso antes de tener yo uno, espero poder leerte durante mucho tiempo.
besos
La haine est sainte.
ResponderEliminarElle est l'indignation des coeurs forts et puissants, le dédain militant de ceux que fâchent la mediocrité et la sottise.
Haïr c'est aimer, c'est sentir son âme chaude et généreuse, c'est vivre largement du mépris des choses honteuses et bêtes.
O lo que es lo mismo:
El odio es santo.
Es la indignacion de aquellos corazones fuertes y poderosos, el desdén militante de aquellos a los que les enfadan la mediocridad y la estupidez.
Odiar es amar, es sentir el alma caliente y generosa, es vivir ampliamente del desprecio a las cosas vergonzosas y absurdas.
Y no lo digo yo, que lo dice Zola. Y tiene toda la jodida razón del mundo.
Besossssss.
Le Punk Bourgeois.
Me encantan las fotos, y la cita, que es de una de mis pelis favoritas.
ResponderEliminarMe gustó su blog...
es difícil canalizar el odio, cuando te han herido,cuando sólo ves injusticia y mediocridad ... es una semilla que a medida que crece sus raíces se agarran en lo más profundo de nuestro sentir.Las verdaderas víctimas del odio somos nosotros mismos, los mismos que los sentimos... como bien dices nos pone por debajp de aquello que odiamos sobre todo cuando buscamos venganza porque nos cegamos y nos olvidamos de lo que realmente veníamos a buscar...
ResponderEliminarabrazos!