Se conocieron una tarde de otoño, él con su té rojo especial y ella con su café eterno. Se miraron y ahí comenzó todo. Se unieron dos almas en una vida, dividió dos vidas en un mundo y se encontró un mundo dentro de esas dos vidas. Se unieron para luchar contra el universo, contra el cosmos, contra ellos mismos... En una lucha incansable, invencible, increíble pero sobre todo interminable...Como su historia. Una aventura que comenzaron con un sí, un sí eterno.
Porque cuando luchas nada se acaba, nada termina, nada pasa y se olvida, nada deja de ser lo que fue.